El tanque de Noel (Tercera parte)
"¿Cómo funciona?"
Curiosidad.
En su mundo infantil, con a penas 4 años de vida, Noel sentía mucha curiosidad. Tumbado en el suelo, boca abajo, frente a él, entre sus torpes y pequeñas manos, todas las piezas de su pequeño y desarmado tanque verde oliva.
Aun no comprendía nada de lo que veía, solo era un montón de piezas, de varias formas, tamaños, colores, olores y texturas. No lograba desentrañar aquel misterio que le había llevado a desarmar su pequeño y misterioso tanque verde oliva.
Pero no se daría por vencido, no ahora, no tan fácilmente. Con un poco de trabajo y de paciencia, habia logrado abrirlo y ahora frente a él, todas las piezas. No sabía que hacer, no sabía por donde empezar, no tenía la mas remota idea de lo que haría a continuación, pero no podía dejar de ver todas y cada una de aquellas piezas, observarlas, sentirlas, olerlas...
Sin darse cuenta, y sin proponérselo, Noel estaba dando los primeros pasos en ese camino que lo llevaría por la investigación científica, no estaba destinado a ser un científico, pero durante el resto de su vida, sentiría ese cosquilleo cuando algún misterio se presentase ante sí, ese cosquilleo que lo llevaría a investigar hasta encontrar respuesta y satisfacer su curiosidad, o al menos satisfacerla momentaneamente, porque cada investigación y cada respuesta, respondería algunas preguntas, dejaría otras sin responder y le daría nuevas preguntas que responder, en un ciclo sin fín que le tomaría el resto de su vida adulta comprender. Pero para Noel, para el pequeño Noel, su mundo se había reducido a un montón de piezas incomprensibles.
Sus pequeños dedos, sin entrenamiento, torpes, tomaban y sentían cada pieza del rompecabezas que tenía frente a él. Asi pasó un buen rato, sin percatarse de su entorno. Ser parte de una familia numerosa tenía sus ventajas, sus padres siempre estaban ocupados, y aunque no lo descuidaban, le daban la libertad que Noel necesitaba en estos momentos para su nueva afición. Tiempo y soledad era lo que necesitaba, y la tenía. Sus hermanos mayores cada no tenía sus ocupaciones, y sus entretenimientos, y aunque no era el mas pequeño, nadie interrumpía sus actividades, siempre que se portara bien. Noel no sentía estar haciendo nada mal, no había dañado su tanque, solo lo había desarmado, pronto lo armaría de nuevo. Estaba tan absorto que había olvidado por completo las herramientas que había usado. Su padre, firme y de carácter fuerte, pero siempre justo, aun no se percataba de los faltantes, mucho menos del responsable, así que Noel estaba solo, con sus pensamientos y entretenido con sus piezas, investigando.
Catalogando. Noel estaba catalogando las piezas, claro, no lo hacía conscientemente, no lo estaba haciendo intencionalmente, pero su cerebro, preparado desde su nacimiento para esas tareas, lo estaba poniendo el práctica. Es un don con el que nació Noel, y que lo utilizaría en su máxima expresión en su adolescencia, y lo conservaría con mayor o menor grado de exactitud durante el resto de su vida.
Cada pieza era medida, sentida, observada y olida, tantas veces como fuese necesario. Luego de un largo rato, Noel sentía que algo había que hacer, ya conocía cada pieza, pero sentía que algo debía hacer ahora con ellas. Pero ¿qué?, no tenía idea de que hacer, comenzaba a sentir que no llegaba a ninguna parte solo observando. Tenía en sus manos una pieza redondita, con puntas en todo su alrededor. Lo que eran puntas para Noel, son dientes de una rueda dentada. Esta pieza metálica, muy delgada, tiene una belleza extraña, de color plata, con un olor extraño, y liviana, pero fuerte, Noel intentó doblarla sin éxito, justo en el centro un palito que la atraviesa de lado a lado y sobresale de cada lado. Noel toma la pieza por ese palito con su dedo indice y pulgar, y con la otra mano, la hace girar, varias veces. Noel nota que hay otras piezas parecidas a esta, con tamaños diferente, algunas de plástico y otras metálicas, algunas no tenían ese palito, que raro!!! Mientras sostiene una de ellas entre sus dedos índice y pulgar, toma otra y las compara. De pronto Noel se da cuenta de que puede hacer encajar las puntas de una, con las de la otra, lo intenta, pero no, no encajan. Toma otra, mas peuqeña, lo intenta y ¡¡¡¡SIIIIIII...!!! encajan.
Los ojitos desorbitados de Noel ponen de manifiesto su enorme sorpresa, y satisfacción, ha comenzado a entender como funciona, rápidamente toma varias ruedas dentadas y comienza a hacerlas encajar, y encuentra varias que lo hacen, y otras que no. ¡¡¡¡Así es!!!!, exclama Noel, ¡Es así como funciona!! La alegría invade su cuerpo, la sensación y la satisfacción de entender el funcionamiento de un par de piezas impulsa aun más su instinto de investigar, le da nuevas fuerzas y refuerza el deseo de continuar, y de no dejarse vencer. Se desespera queriendo más, quiere entender como se mueve el pequeño cañón de su tanque verde oliva.
Pero, hace falta algo más, las ruerdas dentandas no bastan, debe haber algo mas. Se detiene un momento, ¿qué esta faltando? Revisa todas las piezas, y de pronto, intuye que las piezas deben ir colocadas en cierta posición en alguna parte, observa la parte de abajo de su tanque, puede ver algunas muescas en él, toma una rueda e intenta encajarla en la muesca mas alta, pero no entra, prueba uan a una, hasta encontrar la que si encaja, pero hay otras muescas, de diferentes alturas, comienza a armar el rompecabezas. Noel, sin percatarse y sin esfuerzo alguno, puede "sentir" como el rompecabezas se va armando poco a poco en su cabeza, y frente a sus ojos, la imagen que puede "ver" en su cabeza, lo guía para armar el rompecabezas de piezas, y poco a poco, a pesar de sus torpes movimientos, logra armarlo, aunque no completamente.
Luego de un buen rato colocando piezas torpemente, logra armar parcialmente el mecanismo, hace rodar todo, y fascinado ve como se mueven los engranajes. Se siente satisfecho, aunque aun no ha logrado ver como se mueve el cañón, ya puede imaginarlo, solo ve un poco mas detenidamente el resto de las piezas, y nota que puede intuir el movimiento y en su cabeza todo funciona perfectamente.
Noel pasa muchas horas intentando colocar todas las piezas en su sitio para rearmar el tanque, pero no tiene éxito, se requiere de una habilidad manual que él aun no posee, pero que irá desarrollando poco a poco, sin embargo el sentimiento de satisfacción que lo embarga es suficiente para él, se siente satisfecho de haber descubierto el misterio, aunque en elproceso haya perdido un juguete.
En muchas ocasiones posteriores, y durante mucho tiempo se ganaría el apodo de "destructor de juguetes", pero no era su intención destruirlos, solo quería averiguar como funcionan, y siempre con la intención de armarlos de nuevo, pero pocas veces tenía éxito armandolos, aunque si lograba hacerlo en algunas ocasiones. Poco a poco fue mejorando, y su torpeza desapareciendo. Pero su instinto y su curiosidad no tenía límites.
Esa noche, Noel durmió como nunca antes lo había hecho, pero como lo haría muchas veces mas.
Gracias por leerme
Comentarios