Emigrar o no Emigrar, he allí la cuestión...
La culpa es de la vaca!!
Claro, es obvio
Claro, es obvio
¿Alguna vez alguien les ha dicho que la vida es fácil?, a mi nunca me lo han dicho, no he escuchado a nadie decir una frase como esa, pero si frases como ¡Vale la pena vivir!
Bueno de hecho es así, no es fácil vivir, pero vale la pena el esfuerzo. Antes del surgimiento de tanta y tan variada tecnología, la vida era simple, nacer, crecer, reproducirse y morir. Ahora, en estos tiempos de tecnología, incluso antes de nacer ya tienes algunos problemas, el médico viendo como estas determina que problemas tendrás a futuro, a quien te vas a parecer (y comienzan las comparaciones con tus padres, abuelos, primos, tíos y habrá quienes lo comparan con el repartidor del gas o del agua, quien sabe), pero incluso antes de nacer ya el niño es estimulado, y bueno toda una serie de procesos previos al nacimiento. Que estrés!!!!!.
Crecer ya no es una aventura, es toda una proeza, dependiendo del lugar y de con quienes te toque vivir. Antes jugar era la norma, ahora todo tiene un horario, jugar, ver tele, hacer la tarea, visitar a tus familiares, atender a los que te visiten, ir a las prácticas, natación, karate y pare usted de contar de la cantidad de actividades extras que los niños tienen que hacer para superar esa etapa crítica del crecimiento hasta la madurez. Antes se llegaba y punto. Ahora es todo un proceso.
¿Reproducirse? Bueno, si tienes suerte de encontrar alguna pareja que te sea compatible, y esté disponible y dispuesta para el tema, pues has tenido suerte, pero todo ello depende, sin saberlo, de tu desempeño en la etapa anterior. Claro, nadie te lo dice, pero reproducirse es aprendido en el crecimiento, junto con todas las normas morales y sociales que de paso son cambiantes, mas tarda el ser humano en aprender a comportarse socialmente, que la sociedad en cambiar las reglas del comportamiento social, y si no me creen, quien no tiene un abuelo, tío, primo y/o algún familiar lejano o cercano que tarde o temprano te sale con esa frase ante algún evento, fortuito o no, producido por alguna otra (seguramente joven) persona, que sorprende y permite desprender esa frase archiconocida: "cuando en mis tiempos".
¿Y morir? bueno creo que morir sigue siendo igual de fácil ahora que antes, solo se requiere estar vivo, y en el caso particular de Venezuela, estar vivo y salir a la calle, condición necesaria y suficiente para perder la vida en un simple atraco. Dios nos salve.
Y es justamente por esa facilidad de morir aquí en Venezuela que escribo estas líneas, y por lo que he tenido tiempo de pensar si emigrar o no.
Una cosa es segura, quedarse es fácil.
Venezuela es un país complicado, lleno de contrastes, lleno de gente amable, colaboradora, participativa y que logra tener empatía con su vecino o congénere en muchas y muchas ocasiones. Venezuela y el Venezolano son cálidos, y eso se siente. Ese modo de ser del Venezolano es una de los principales frenos a la fuga de talento de este país en los años pasados recientes.
Pero, y éste es un graaaan pero, también esta llena de personas que son difíciles de definir sin que me llamen grosero, personas que se dedican a hacer las colas en los supermercados para obtener los bienes regulados y venderlos al precio que se les ocurra, personas que aprovechan algún contacto para obtener divisas a bajo precio y venderlos en el mercado negro, personas que viven de la falta de aplicación de leyes, y de personas que aprovechan tener algo de autoridad para pisotear y llenarse los bolsillos, sin importar a quienes perjudican. Somos un país individualista, donde cada quien jala para su lado, donde somos (incluyéndome) incapaces de movernos un centímetro en el vagón del metro para permitir que alguien mas entre (que se joda y que vea como coño entrar, tal como lo hice yo). Este es un país donde el concepto de "prójimo" se limita a mi familia cercana (hermanos, pero no todos, hijos y a veces madre y padre), a los "panas" o al tipo que me paga por hacer algo usualmente fiera de los limites legales, el resto de los que habitamos este país somos completos extraños, e incluso enemigos, a quienes no me importa lo que le pase por mis acciones, y que me sabe a mierr....coles si se joden o no, por acciones causadas por mi directa o indirectamente, o por mi inacción.
Todo este relajo que esta viviendo Venezuela, alimenta a aquellos que se valen de la "viveza criolla" para sacar provecho de las necesidades del resto, sin percatarse que esa misma actitud juega en contra, y cada vez mas en contra de ellos mismos, y la masa crítica necesaria para la explosión nuclear que vendrá, donde caeremos todos por iguales (es lo malo de las explosiones, se llevan a todos sin distinciones), los puede dejar peor de lo que estaban antes de convertirse en los mas vivos.
Esta es una explosión que vendrá, aunque no me atrevo decir cuando, ni como será, ni la magnitud o el impacto que tendrá, pero algo si puedo hacer y es Emigrar.
"Las ratas abandonan el barco", bueno si; huyo de este desastre que se ha convertido, huyo porque temo morir estúpidamente a manos de otro estúpido que cree que se la esta comiendo robando en vez de trabajar; huyo porque me niego a comprarle al bachaquero cualquier artículo a dos, tres, cuatro o cinco veces su precio solo porque, como no tiene otra cosa que hacer, usa su contacto para saber donde y cuando habrá tal o cual articulo, y usa a toda su familia para hacer la cola y cobrar por eso; huyo porque estudiar ya no es un derecho sino una proeza digna de caballeros medievales, por tener que luchar contra los malandros que inundan los recintos, las drogas que se venden como caramelos, los abusos de "autoridades" que "cuidan" la seguridad, abusos de los que "prestan servicio de transporte público" al no reconocer el pasaje estudiantil, eso sin contar con la casi imposibilidad de encontrar textos de calidad y profesores que no se vendan o peor, luchar contra el profesor que usa la "operación colchón" o el "paga o te quedas".
Son muchas y muy variadas las luchas diarias, y cada día surgen nuevas e inconcebibles formas de joder al "prójimo". Ya ni a la playa se puede ir tempranito, la obscuridad de la noche es el toque de queda de todo venezolano.
Y solo menciono algunas de las proezas que hay que hacer... No vivimos, sobrevivimos, y eso que no estamos en guerra, al menos no en una guerra declarada en contra de algún enemigo real.
Y ahora la pregunta, ¿De quién es la culpa? Pues de la vaca... ¿de quien mas...?
Ya no mas, esto no es vivir. Nos hemos acostumbrado tanto a que nos humillen desde todas partes que hemos perdido nuestro orgullo propio.
Yo si, huyo, a la primera oportunidad que tenga.
Mi consejo, hagan lo mismo.
Vivir vale la pena, pero no en estas condiciones tan adversas
Gracias por leerme.
Comentarios