El Cambio

La Resistencia al Cambio


Hace ya muchísimos años, Heráclito de Éfeso pronunció una frase que aún se deja oir: "Lo único constante en el universo es el cambio"

Y a mi parecer, tiene mucha razón. De lo único que podemos estar seguros es de que habrá cambios, en todos los aspectos de la vida que nos rodean. Los precios cambian (quizás deba decir que solo suben, pero bueno...); las personas no dejan de envejecer, ganar o perder peso, nacen y mueren; aunque nos parezca una rutina a diario hacemos las cosas diferentes, por pequeño que sea el cambio, nunca las hacemos dos veces iguales.

Pero a pesar de que a diario cambiamos, nos resistimos al cambio, incluso le tememos.

Aunque lo intenté, no pude encontrar referencias a un experimento del que he conversado muchas veces, y al que llamo "La Teoría de los Monos". Hace mucho que me contaron de este experimento, ignoro si en alguna oportunidad realmente se realizó como un experimento, aunque me suena que es posible, no veo porque no, los científicos siempre andan inventando experimentos locos, que luego se traducen en algo, aunque ese algo no siempre sea positivo para todos.

Lo cierto es que experimento o no, es una historia útil en este caso, que ilustra el miedo al cambio y la resistencia.

El experimento consiste en tomar a un grupo de monos, del mismo tipo todos, un grupo mixto, de jóvenes y viejos, digamos unos 10 monos y los colocan a todos en una habitación cómoda, donde se sientan a gusto. Los monos están siempre bien alimentados en un habitad natural. En la habitación hay un lugar alto, donde no es fácil llegar, y donde regularmente se coloca algún alimento poco habitual, y codiciado por los monos pero a ese lugar solo puede llegar uno de los monos. Al principio se coloca allí el alimento, dejando que los monos lo alcancen, según sus habilidades. En un momento dado, al colocar el alimento codiciado, los monos se lanzan a al alcance, en el momento que uno de los monos logre alcanzarlo, el resto recibirá una descarga eléctrica desagradable, pero no mortal.

Al poco tiempo, el comportamiento de los monos comienza a cambiar, y los que siempre se quedan rezagados al ver que se coloca el alimento, intentan detener a golpes a cualquiera que vaya a alcanzarlo, para evitar así la desagradable descarga eléctrica. Las golpizas por intentar alcanzar el alimento aumentan a medida que surten efecto. Cuando los intentos comienzan a cesar, los monos ignoran el alimento, y pronto dejan de intentar alcanzarlo para evitar la golpiza.

En ese punto, uno de los monos es suplantado por otro, ignorante de toda situación. El nuevo mono al ver el alimento, se lanza a su alcance, y es detenido por una golpiza inesperada, cada intento acarrea una golpiza que al poco tiempo surte efecto y el nuevo mono termina por ignorar el alimento.

Un segundo mono es reemplazado, y el comportamiento se repite. Al intentar alcanzar el alimento, recibe una lluvia de golpes, incluso del primer reemplazado que sigue al resto. Los golpes surten efecto nuevamente, y el segundo mono termina, nuevamente, por ignorar el alimento. Al segundo sigue un tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno y décimo, con idénticos resultados. Los 10 monos originales, que recibieron descargas eléctricas son reemplazados por otros que nunca han recibido descargas, pero si golpizas.

Un onceavo mono es ingresado a la habitación, y como es de esperarse, al ver el alimento, se lanza en su búsqueda, pero es detenido por una lluvia de golpes, terminando por desistir.

Lo interesante del experimento, es que al ingresar el onceavo mono, los otros 10 se comportaron como los 10 primeros, pero éstos nunca recibieron una descarga, así que actuaban solo por lo aprendido, sin conocer la razón de fondo, y no intentaron cambiar para probar nuevos resultados, solo se remitieron a seguir a los demás en el mismo comportamiento.

Ese comportamiento, es el típico comportamiento empresarial, cuando una nueva persona ingresa, viene con ideas frescas de como deberían hacerse los procesos, pero es apabullado por el resto que ya está allí, y que ya están acostumbrados a hacer las cosas de una manera, incluso sin conocer la razón por la que se hacen de esa manera, y con miedo a cambiar y probar nuevas rutas o procedimientos. La nueva persona pronto desistirá ante la "Resistencia al Cambio" del resto, y terminará por apabullar a cualquier nuevo que intente llegar a cambiar el como se hacen las cosas.

Ese mismo comportamiento se puede ver cuando estamos acostumbrados a un trabajo por ejemplo, y surge la posibilidad de un nuevo empleo, en otra parte, con posibilidades que desconocemos, con personas que no conocemos, realizando tareas que no sabemos que tan complejas son. De inmediato surge el "Miedo al Cambio", "mas vale malo conocido que bueno por conocer", arriesgarse no es para todos, y pensamos siempre en lo que ya hemos recorrido, el peso de las responsabilidades, la estabilidad, lo ganado en años de trabajo, nos amarra a ese puesto, aun cuando no nos sintamos 100% satisfechos o valorados. A todos nos pasa, en alguna oportunidad, son pocos aquellos que toman el riesgo, y claro que es un riesgo, siempre lo será, nunca encontraremos el "momento oportuno" siempre habrá una excusa que nos permita autoconvencernos de que quedarse es lo mejor. Los monos ganan.

No pretendo decir que ser estable laboralmente sea malo, para nada, solo digo que es un comportamiento que debemos detectar, no creo en riesgos que impliquen un salto al vacío solo con la fe de que la caída no será larga, pero tampoco creo que el no arriesgarse en absoluto sea lo mejor como tampoco arriesgarse siempre, pero algún punto entre ambos extremos debe haber para cada quién.

En el plano sentimental ocurre lo mismo, cuantas personar permanecen juntas solo porque "es bueno o buena", y "me quiere". Muchas personas permanecen en una relación solo porque es cómodo, o porque la presión familiar es mucha, o sencillamente porque el cambio es complicado. Viven años pensando que no quieren estar allí, pero no toman la decisión de cambiar.

Lo mismo con el carro, la casa, los estudios, la ciudad, el país, el gobierno... El temor a lo desconocido, a lo fuera de lo habitual se convierte en un ancla, y las excusas surgen.

Lo único que nunca cambia, es que todo cambia siempre.

Gracias por leerme.

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